Urbino

Patrimonio de la Humanidad | Urbino es un municipio italiano y su capital, de la provincia de Pesaro y Urbino en Italia, localizada en 35 ha sobre una colina en la región de Marcas. Está situada aproximadamente 110 km al este de Florencia.

 

En la época de Federico da Montefeltro, se convirtió en un importante centro renacentista. La parte más antigua data de la época de Julio César.

Sus calles estrechas, sus edificios construidos uno al lado de otro y la falta de desarrollo moderno hacen que Urbino parezca una cápsula de tiempo de la Edad Media. Rafael, uno de los más grandes pintores del Renacimiento y uno de los arquitectos de San Pedro en Roma, nació aquí en 1483.

El orgullo de Urbino es su gran Palacio Ducal del siglo XV; en él se alberga actualmente la Galería Nacional de las Marcas, que contiene la más hermosa colección de pinturas de la región, provenientes de muchas escuelas italianas de pintura.

La universidad de la ciudad data de 1506. Su población es de 15.900 habitantes.

HISTORIA

Origen y Edad Media

La modesta ciudad romana de Urvinum Mataurense («pequeña ciudad sobre el río Matauro») se transforma en un centro importante durante las Guerras Góticas en el siglo VI. Es tomada en el año 538 por los bizantinos y es frecuentemente nominada como Procopio. Incluso Pipino ofrece a Urbino al Papado, las tradiciones se expresaban independientemente hasta el año 1200 que cae bajo el dominio de los nobles que combatieran entre ellos y la vecina Montefeltro. Estos nobles no tenían una autoridad directa sobre la ciudad, pero ejercían presiones para su elección. Los urbinati se revelan en 1213 y forman una alianza con la ciudad independiente de Rímini en el año 1234 consiguen volver a tener el control de la ciudad.

El periodo de Federico da Montefeltro

El miembro más famoso de los Montefeltro fue Federico, señor de Urbino desde 1444 a 1482, muy hábil diplomático, y seguidor entusiasta de las artes y literatura; fue un magnífico conductor, contó con una corte brillante.

Cesar Borgia y los años del ducado Della Rovere

En 1502, César Borgia, con la connivencia de su padre, el papa Alejandro VI, depuso a Guidobaldo de Montefeltro, duque de Urbino, y Elisabetta Gonzaga. Regresaron en 1503, después de la muerte de Alejandro. Después de que el papa Médicis León X intentara durante breve tiempo establecer a un joven Médici como duque, lo cual fue frustrado por la temprana muerte de Lorenzo II de Médicis en 1519, Urbino fue gobernado por la dinastía de los duques Della Rovere.

Anexión a la Iglesia

En 1626, el Papa Urbano VIII, incorporó el Ducado Independiente de Urbino a los territorios papales; obsequio del último Duque Della Rovere, que se retiró después del asesinado de su heredero para que fuera gobernado por el obispado. La gran biblioteca es trasladada a Roma y se adjunta a la Biblioteca Vaticana en el año 1657. La posterior historia de Urbino es parte del Estado Pontificio, y después de 1870 parte de la historia italiana.

Lugares de interés

La principal atracción de Urbino es el Palacio Ducal (Palazzo Ducale), comenzado en la segunda mitad del siglo XV por Federico III de Montefeltro. Alberga la Galería Nacional de las Marcas, una de las colecciones de pintura más importantes del mundo.

La casa de Rafael Sanzio (Casa Natale di Raffaello) se encuentra en la calle homónima en el Nº 57, donde se puede admirar un fresco juvenil suyo, entre otras cosas pertenecientes a la casa donde vivió el célebre pintor.

El Duomo o catedral de Urbino, de estilo neoclásico (arquitecto Giuseppe Valdier), contiene algunas telas de Federico Barocci.

La Fortezza dell'Albornoz (Fortaleza de Albornoz, construida por el epónimo legado papal en el siglo XIV. En 1507-1511, cuando los Della Rovere añadieron una nueva serie de murallas a la ciudad, el castillo resultó cerrado en ellas. Actualmente es un parque público.

La iglesia de San Giovanni Battista, con frescos de Lorenzo Salimbeni da Sanseverino.

La iglesia de San Domenico enfrente del Palacio Ducal, realizada en el siglo XIV, aunque reformada internamente en el 1729.

El Oratorio de San Giuseppe (principios del siglo XVI), compuesto por dos capillas, y en una de ellas hay un presepio o belén del siglo XVI, obra de Federico Brandani, las figuras de estuco a tamaño natural y muy naturalísticas.

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